«Hogar, dulce hogar» selección de la colección de vídeo arte de MUSAC

17/03/2015 § Deja un comentario

«¡Y cuánto más hermoso y agradable nos resulta vivir en una casa en
la que todo está a punto, en la que todo funciona con perfección;
en un hogar que irradia utilidad, sólida duración y colorido alegre!»
(Enciclopedia Sopena del Hogar. Tomo 2 para él)

En el hogar —noción más íntima que la de casa— coexisten y se relacionan las vidas privadas con los vínculos de sangre o afectivos. En su seno suceden todas las edades y ritos de una persona, así como los problemas diarios y ocios compartidos. Es el lugar que intermedia entre el individuo y la sociedad, donde conviven tanto lo íntimo como lo público.

El hogar contemporáneo se ha plagado de electrodomésticos, que han posibilitado un menor número de horas dedicadas a las tareas rutinarias sin trascendencia y más tiempo para disfrutar de los espectáculos alienantes. Entre estas extensiones electrónicas se encuentran las tecnologías de capturar los momentos de la vida común. El vídeo, desde su popularización asequible, se convirtió en electrodoméstico indispensable. Estos mismos motivos fueron los que llevaron a los artistas a utilizarlo. A diferencia de otras producciones audiovisuales, el vídeo como arte suele poner en crisis la realidad establecida y satisfecha. El santificado hogar, lugar de alegrías y penurias, no se escapa de la inspección por parte de los artistas que utilizan el vídeo, sino que más bien suele ser el primer territorio que examinan (el hogar aparece frecuentemente como un escenario casual en el que desarrollan sus habilidades). Práctica íntima que puede parecer el regreso del artista a su torre de marfil, a la seguridad del hogar lejos de las preocupaciones mundanas. Sin embargo éste inspecciona su alrededor de manera crítica poniendo en evidencia la cara amable del hogar, bien como espacio de violencias o bien como lugar de alegrías jubilosas. En la visión del artista no existe la conformidad sino un escrutinio activo. El día a día familiar, según lo presentan, no se corresponde con su concepción ideal sino más bien con su contrario, desarrollando una gran carga afectiva y testimonial. Desde el espectador, la ojeada al interior del hogar ajeno (aún así, espacio común para cualquiera) permite su identificación sensible con la del sujeto que observa y con la persona a la que puede que le suceda algo.

Pero, a su vez, esta exploración del hogar puede ocultar lo que sucede alrededor, a las afueras. Por este motivo se presentan en la muestra de vídeo arte «Hogar, dulce hogar» en dos espacios. En primer lugar, entre los límites establecidos por la convivencia, tanto las tensiones individuales como las comunes, para salir de éstos y observar la morada desde el exterior.

Desde dentro, desde la torre de marfil, y con gran humor e ironía, Carles Congost desarrolla en Un mystique determinado (2003, 17:08) un musical sobre la revelación primigenia del artista y su conversión en tal contra viento y marea. El protagonista reflexiona en la intimidad de su habitación sobre su verdadera vocación. Procesa la formación de su carácter, lo que le lleva a abandonar sus obligaciones —sociales y parentales— de clase acomodada para transformarse en un excluido, en el otro silenciado. Este chaval en crisis, alterego del autor, muta en aquel que no es tenido en cuenta porque sus prioridades difieren de las de su círculo íntimo.

Como primer vídeo posible de un artista en ciernes, se podría tratar de retratar a su padre, la gran figura dominadora del hogar tradicional español. Así hace Enrique Marty presentando en Padre Monstruo (2003, 03:28) a su progenitor maquillándose como una fiera en el cuarto de baño, con los recursos que tiene a mano —un bricolaje realizado a partir de corcho tiznado, polvos de talco y monda de naranja—. Su rostro intervenido mientras gruñe a cámara produce la fascinación de lo extraño cotidiano, escapándose figuradamente del entorno del hogar hacia los ámbitos de la performance doméstica.

El mismo espacio, el cuarto de baño, desde una mirada femenina se transforma en un debate sobre la higiene. Cristina Lucas en El eje del mal (2003, 02:40) contrapone las labores de limpieza entre madre e hija, la lucha contra las bacterias, con la guerra que es relatada a través de las noticias de la radio. A través de su insistente labor muestra a las mujeres tanto como depositarias de la memoria hasta como defensoras del hogar, además de poner en tela de juicio sus roles en relación al hombre batallador de contiendas externas.

Txomin Badiola cambia el espacio por el salón de recreo común, en Vida Cotidiana [Con dos personajes pretendiendo ser humanos] (1995-1996, 05:06), donde dos tipos, que conviven enmascarados, intercambian opiniones y roles aunque no se hacen caso mutuamente. Resulta evidente que a pesar de sus diferencias uno no puede vivir sin el otro, por lo que negocian cíclicamente sus incompatibilidades más allá de las palabras. Situaciones, desarrolladas en un mismo escenario y punto de vista, que recuerdan a las comedias televisivas a través de cíclica violencia pop de dos vidas anodinas.

El paso de tiempo y las evoluciones de lo cotidiano, tanto interior como externo, es mostrado en una animación pictorialista por Jacco Olivier en Return [Retorno] (2007, 01:17). Las manchas de pintura se desplazan espacialmente en abstracciones que mutan al ritmo de la nostalgia, de las presencias ausentes, a través de micro narraciones inducidas. Un momento de ensoñación sobre el hogar y su entorno esbozando historias de vida: los alrededores de la vivienda circunscritos al concepto de lo íntimo y lo añorado.

La intimidad compartida ante la televisión, ajena a lo que sucede en el exterior es lo que Shoja Azari muestra en A Room With a View [Habitación con vista] (2005, 09:00). Una pareja de edad se deleita con las complicidades que les produce un melodrama televisivo: una visión idealizada que da la espalda a la realidad, que sucede al otro lado de la ventana. A través del cristal se puede contemplar un jardín donde la belleza paradisiaca contrasta con los juegos violentos de los jóvenes que allí se reúnen. El hogar es presentado paradójicamente, más que como esfera de protección, como una burbuja de aislamiento insolidario. Sus habitantes, ensimismados ante la televisión evitan actuar. El entorno es observado desde la pantalla del hogar, los problemas se convierten en cuestiones ajenas, ya que cediendo ante el drama ajeno es posible evitar cualquier implicación social.

Las situaciones participativas sacan al ciudadano de su cálido hogar para interesarse por su comunidad, o por el color de la misma. Una vez que se sale del hogar se pueden observar muchos de los conflictos sociales cuya posible solución muestra Anri Sala a través de Dammi i Colori [Dame los colores] (2003, 15:30). Arte y política se mezclan en esta ciudad (Tirana, Albania) deprimida por conflictos y miserias. A través de la visita nocturna con focos puntuales se van descubriendo distintas formas sobre los edificios, intriga que es desvelada de día. Este vídeo presenta a un alcalde artista que dotando de coloridas abstracciones geométricas a las casas, a través del street art, está logrando la reconstrucción social y la recuperación de la esperanza entre sus habitantes. Al menos ha conseguido que uno de los temas de conversación más populares entre la población sea el color en lugar de los sucesos.

El hogar es presentado a través de la colección de vídeo arte de MUSAC desde distintas situaciones tanto esperanzadoras como dramáticas, sin perder la nostalgia ni la acción positiva, el juego o la incomunicación. Cualquier cosa es posible en casa, en la propia morada, en el hogar que cada uno posee en distinta proporción.

Vídeos de «HOGAR, DULCE HOGAR»

1. Congost, Carles Un mystique determinado 17:08 2003 Musical, videoartista, ironía, conversión, cultura dj, alterego, ficción, identidad
2. Marty, Enrique Padre Monstruo 03:28 2003 Familia, padre, monstruo, retrato, animales, maquillaje, performance, fiera, hogar, doméstico
3. Lucas, Cristina El eje del mal 02:40 2003 madre, hija, limpieza, gérmenes, ironía, radio
4. Badiola, Txomin Vida Cotidiana [Con dos personajes pretendiendo ser humanos] 05:06 1995-1996 Slip stick, baile, enmascarados, dualidad, incomunicación
5. Olivier, Jacco Return 01:17 2007 Animación, pintura, abstracción, nostalgia, narración, fragmentos, historia de vida, ensoñación, cotidiano, levitación, hogar
6. Azari, Shoja A Room With a View [Habitación con vista] 09:00 2005 Observación, manipulación, voyeur, pareja, jóvenes, ventana, violencia, violación, deleite, paradoja, hogar

 

7. Sala, Anri Dammi i Colori
[Dame los colores]
15:30 2003 Arte, política, alcalde, documental, street art, ciudad, color, edificios, reconstrucción documental
     
TOTAL 54:15

 

 

BIOGRAFÍAS

Carles Congost (Olot, Girona, 1970) estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, ​​ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas tanto dentro como fuera de España. Combina con desinhibición diferentes medios y soportes como el vídeo, la música, el dibujo y la fotografía. Gran parte de sus primeros trabajos de vídeo arte pertenecen a la colección del MUSAC. Este es el caso de Jessie is thinking about it (1997), Jessie Formula Spot (1998), Supercampeón (2000), Kratter’s, Love & F/X y That´s my Impression de 2001, Synthesizers (2002), Space Boy o Un mystique determinado, ambos de 2003.
http://carlescongost.blogspot.com.es/

Enrique Marty (Salamanca, 1969) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Es uno de los representantes más prolíficos del panorama artístico actual, cuya extensa y compleja obra se caracteriza por la representación inmisericorde del mundo que le rodea y la acentuación de los aspectos más absurdos y siniestros de la condición humana. Desde inicios de los 90, su obra figurativa adopta diferentes formatos, pintura, escultura, instalación, escenografía, teatro o vídeo, destacando vídeos como Cera de 2002, Aim at the brood! What’s on TV today? de 2005, Calle Apocalipstick de 2006, El duelo de 2007, Nephew (2008) o la perteneciente a la colección de MUSAC Padre Monstruo de 2003.
http://www.enriquemarty.com

Cristina Lucas (Úbeda, Jaén, 1973) vive y trabaja entre Madrid y Amsterdam. Empezó a estudiar Química e Historia antes de descubrir su verdadera vocación, licenciándose en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. En sus obras realiza una investigación del poder desde el punto de vista cultural y de género. No entiende la creación artística sin reflexión y compromiso para lo que hace uso de la acción, la fotografía, el dibujo o los registros en vídeo. En la colección de vídeo arte de MUSAC están algunos de sus primeros vídeos como Flying Boys (2002), Más luz o El eje del mal, ambos de 2003, Mi Lucha (2004) o Tú también puedes caminar (2006).

Txomin Badiola (Bilbao, 1957) actualmente vive y trabaja en Bilbao. Estudió en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao, donde ejerció como profesor de 1982 a 1988. En 1986 recibió el Premio de escultura del País Vasco. Durante su posterior estancia en Estados Unidos su obra evoluciona hacia una voluntad más narrativa uniendo diferentes lenguajes y utilizando diferentes medios de expresión. Entre su obra en vídeo perteneciente a la colección de MUSAC se encuentra Malas formas (Una historia que se cuenta con historias de otros) realizado en 2002 o Vida Cotidiana (con dos personajes pretendiendo ser humanos) producido entre 1995 y 1996.

Jacco Olivier (Kloetinge, Holanda, 1972) actualmente vive y trabaja en Amsterdam. Graduado en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten de Ámsterdam, Holanda, también estudió en Hogeschool voor Kunst en Vormgeving, Den Bosch, entre 1991 y 1996. Crea animaciones de video cortas y pictóricas de escenas abstractas y figurativas representadas en una serie de pequeños paneles, fotografiados en etapas del proceso. Explora desde hace años las potencialidades del cine aplicado a la pintura, mediante un trabajo minucioso que pasa por la reelaboración continua del lienzo y la plasmación fotográfica de cada pequeña mutación de la composición pictórica. Algunos de sus pinturas en vídeo son Deer o Bird en 2011, Revolution (2010), Bath (2009) o la perteneciente a la colección del MUSAC: Return de 2007.

Shoja Azari (Shiraz, Irán, 1957) estudió en Nueva York durante los años setenta y reside en Estados Unidos desde 1983. En 1988 realizó su primera película: The Story of Merchant. Indian Parrot, en 2002 realiza K, tres relatos basados en Kafka, y es mundialmente conocido por su película Women Without Men (2009). En 2004 realizó la película experimental María de los ángeles. Con rigurosa austeridad y considerable eficacia en sus vídeos y películas plantea problemas de la sociedad actual a través de los conflictos personales relacionando lo individual y lo social ante el conflicto colectivo. Como plantea en la serie «Windows» (2006) que contiene nueve películas cortas, entre las que se encuentran: A Family, The Lovers, Traffic Jam, The View, Lulax Pharmaceuticals o la perteneciente a la colección del MUSAC A Room with a View.

Anri Sala (Tirana, Albania, 1974) vive y trabaja en París. Estudió en la Universiteti i Arteve de Albania entre 1992 y 1996, en la École Nationale des Arts Décoratifs de París así como dirección cinematográfica en Le Fresnoy-Studio National des Arts Contemporains de Tourcoing. Es un artista que se expresa en vídeo a través de una mirada objetiva y de tipo documental con una excepcional economía de medios, lentísimos movimientos de cámara y larguísimas tomas que ha representado a Francia en la Bienal de Venecia de 2013. Entre sus obras se encuentra el multipremiado vídeo Answer Me (2008), la película de ficción 1395 dana bez crvene [1395 días sin rojo] (2011) o los cortometrajes documentales Intervista – Finding the Words (2000) o Dammi i Colori [Dame los colores] (2003) perteneciente a la colección del MUSAC.

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